Una asociación británico-cubana llamada Ska Cubano ha querido imaginar lo que hubiera sucedido si el ska de Jamaica, que devino reggae, se hubiese mezclado con el sonido de las grandes bandas cubanas de mambo y son clásicos, tan populares en la isla caribeña en las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado. El resultado de este ejercicio imaginativo es un álbum pegadizo y bailable, titulado ¡Ay Caramba! y editado en julio del pasado año, con el que han encandilado al público de todos aquellos escenarios donde se han presentado.
Ska Cubano es la creación del empresario británico y amante de la música Peter Scott, un apasionado del clásico ska jamaiquino y el son y el mambo cubanos que imaginó un grupo musical que pudiera reunir estos emparentados estilos musicales que habían perdido contacto. Scott invitó al cantante surlondinense Natty Bo, un veterano del ska y fanático de todo lo retro, a supervisar el desarrollo musical del proyecto. Ambos viajaron a Santiago de Cuba para armar la banda. Natty componía las canciones, pero quería incluir a un hispano-parlante nativo para cantarlas con él. En su búsqueda de cantantes se toparon con la voz de Beny Billy —cuyo verdadero nombre es Juan Manuel Villy—, que recuerda al gran cantor Beny Moré.
Cuando Ska Cubano preparaba su segundo álbum –el de debut, Ska Cubano, se editó en 2004-, la intención era ir más allá del ska, el calipso y el son montuno y adentrarse en géneros como la cumbia colombiana. Una de las cosas que la banda no imaginó es que podrían atraer a distintos públicos dadas sus diferentes influencias. Tal vez los fanáticos de la música latina no hayan escuchado ska anteriormente, y aquellos que conocían el ska puede que no sepan nada sobre Beny Moré o la cumbia colombiana. Para todos ellos está sobre los escenarios, Ska Cubano.