CONVENTO DE SAN PABLO
Gótico, del siglo XV, y espadaña del siglo XVIII.
La pequeña fachada tiene:
Portada en arco apuntado con archivoltas.
Bajo arrabá que enmarca la portada.
Rematada por una bella espadaña con dos campanas, adornos de volutas y medallón con inscripción, y coronada por una cruz de piedra.
El interior:
Es una pequeña iglesia de planta de cruz latina; hay retablos churriguerescos.
Tiene cinco altares, y una de sus capillas, la de San José, perteneció a los Aldanas, donde reposa Álvaro de Aldana, que la mandó hacer en 1493, con otros individuos de su familia y la de los Espaderos, los cuales dieron buen número de monjas al convento.
El edificio actual se ha formado por sucesivas incorporaciones de casas y solares contiguos.
En 1499 no era más que un recogimiento de beatas, que organizó y presidió la hermana Juana González, con una pequeña ermita donde oraban.
A los 20 años, el Pontífice Paulo II autorizó a la fundadora, que se llamó Juana de Dios, para erigir casa y ermita en monasterio, bajo la regla y Orden Tercera de San Francisco, dependientes del Ordinario, que cambiaron después por la Episcopal.
Está habitado hoy el convento por una comunidad de religiosas de clausura de la Orden de Santa Clara, que, además, fabrica y vende unos riquísimos dulces.
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