BREVE HISTORIA DEL BALNEARIO
Son muchos los historiadores y escritores que citan el origen de los Baños, conocidos como Baños de Béjar o Baños de Montemayor, en época romana y más concretamente en momentos republicanos.
El paso del tiempo trajo consigo la adaptación de estos manantiales para el uso público; aún hoy se conservan restos de las arquetas romanas construidas para la toma de las aguas y adecuación de los manantiales. El que fuera principal artífice de las excavaciones y reconstrucción del Teatro Romano de Mérida, D. José Ramón Mélida a principios de siglo, apuntaba indicios claros de lo que pudieron ser las primitivas termas romanas que, con el tiempo, se perdieron con posteriores construcciones y reedificaciones de estos lugares. Al igual que ocurriera con otros recintos termales de gran importancia en Europa, Baños de Montemayor seguiría utilizándose en épocas posteriores, favorecido por la vía de comunicación que fue durante siglos la "Ruta de la Plata", y posteriormente la N-630, que une el sur y el norte de Extremadura y a las vecinas Comunidades de Castilla-León y Andalucía. No será hasta el siglo XVII cuando nuevamente se constata la utilidad y la fama de los baños, siendo a principios de ese siglo, en 1628, cuando en tiempos del Marqués de Montemayor, D. Juan Luis de Silva y Ribera, se formaron las Ordenanzas de estos baños.
Ordenó este Obispo placentino construir accesos por carretera y el arreglo del puente; su labor a favor de la población y sus aguas termales se verá continuada tanto por el Obispo de Porras, como por el Chatre de la catedral placentina, quienes mandaron recoger las aguas, encauzarlas, construir lavaderos, abovedar un recinto para baños, así como la edificación de una galería con pilas para usos de los bañistas. Ya en 1817, Baños de Montemayor tuvo su primer Director de Balneario, D. Francisco Martínez. En 1833, el Balneario, por decisión de los ayuntamientos de los barrios de Béjar y Montemayor, pasó a posesión de los vecinos del pueblo, que crearon la denominada "Junta Protectora del Establecimiento". Ampliaciones de considerable coste, se fueron dando durante todo el S. XIX, hasta conseguir en el S.XX un atractivo y acogedor Balneario, junto al cual se construyó a principios de la segunda década un magnífico hotel que lleva el mismo nombre del Balneario. El arrendamiento del Balneario se realizó al famoso Alejandro Leroux em 1919/1920, finalizando éste el 31 de diciembre de 1995.
Desde 1995, la población de Baños de Montemayor se ha visto favorecida por la construcción, justamente frente al anterior, de un nuevo Balneario, uno de los más avanzados y modernos de Europa. El contraste aumenta el encanto del edificio antiguo, que continúa en uso con las mismas aguas de siglos atrás, que hoy son utilizadas con las técnicas más avanzadas en el nuevo. Las conducciones de esta agua hasta el nuevo edificio, junto con las técnicas más modernas y avanzadas de la hidroterapia, han conseguido del Balneario de Baños de Montemayor uno de los centros termales más modernos y atractivos del país y de Europa, motivo de orgullo del pueblo, que durante décadas ha recibido miles de pacientes y visitantes, con sociabilidad y exquisita atención. |